sábado, 20 de noviembre de 2010

Bienaventurados

Por Javier Alejandro Sottini

Y fue la tarde y la mañana del día sexto. Dios creó al hombre a su imagen y semejanza. Perfecto. Puro. Nada malo lo habitaba.
Ese día también le dio el tesoro más preciado: la libertad. Libertad que el hombre utilizó para corromperse y alejarse de los planes de su Creador.
Y así sucedió hasta el día de hoy.
Pero no todo está perdido.
Hay seres que aún conservan esa pureza dada por Dios.
Existen personas que desconocen el significado de la palabra traición. Para estar al tanto deben usar el diccionario, y aún así no lo comprenden.
Hay algunos para quienes el dinero es sólo una colección de papeles de colores que sirve para intercambiar por cosas, pero nunca permitieron que se convierta en su dios.
Conozco a aquellos que al apoyar la cabeza en la almohada, sus pensamientos no maquinan planes para llenar sus bolsillos y vaciar sus almas. Sólo sueñan bondad.
Existen espíritus tan nobles que hacen de la felicidad un estado permanente. Y no la guardan sólo para ellos, sino que la comparten con quienes se cruzan en sus caminos.
Gente que ante el desprecio, la discriminación o el insulto, responden con una sonrisa. No saben defenderse porque no conocen la maldad.
Al mirarnos en el espejo de sus miradas, no podemos más que sentir vergüenza al vernos tan alejados del propósito de Dios en nosotros.
Para algunos cuyas entendederas no sobrepasan su nariz, estas personas son “anormales” o “diferentes”, como se estila decir ahora. Y hasta tuvieron la obtusa idea de ponerle nombre a su enfermedad. La llaman Síndrome de Down.
Yo los llamo bienaventurados. Pasan por este mundo infectado de odio, rencor, materialismo y venganza, sin contaminarse, ofreciendo sólo amor.
Bienaventurados que tienen –desde el día en que nacieron- una reserva con sus nombres en los mejores asientos del cielo.

4 comentarios:

  1. Me hizo llorar con su reflexión...Gracias por eso y que Dios le bendiga

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  2. Hermoso. Es un tema que me toca de cerca y le agradezco que haya compartido su visión tan maravillosa.

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  3. Esto es lo que siempre sentí y nunca supe como decir. Dios lo bendiga.

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  4. Excelente reflexión. Me identifique con las palabras "que hacemos cuando se casa un ladrón, un borracho, un hipócrita, etc".

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